miércoles, 25 de noviembre de 2015

La sangre en las manos de Annalise


El pasado jueves se emitió en ABC la fall finale de “How to get away with murder”, es decir, el último capítulo que vamos a ver de la serie hasta su regreso el próximo 11 de febrero. Casi tres meses por delante para seguir especulando acerca de lo ocurrido hasta el momento, ya que si bien algunas de las dudas que teníamos pendientes han sido resueltas en este último capítulo, han aparecido nuevas incógnitas que van a hacer la espera realmente tensa.

La serie de Shonda Rhimes optó en esta segunda temporada por el mismo esquema que tan buen resultado le dio la pasada temporada de contar la historia en dos líneas argumentales distintas. En los primeros capítulos resolvíamos la duda de quién había matado a Rebecca además de ver como Annalise y su equipo aceptaban la defensa de dos hermanos multimillonarios acusados de haber asesinado a sus propios padres. No solo eso, sino que la segunda línea temporal nos mostraba a la protagonista yaciendo sobre un charco de sangre y debatiéndose entre la vida y la muerte después de sufrir un disparo. La intriga estaba asegurada.


(A partir de aquí, spoilers del 2x09)

Como decía, muchas de las dudas relativas a lo acontecido a lo largo de estos nueve episodios fueron resueltas. Por fin conocimos la verdad acerca de la muerte de Emily Sinclair, la fiscal rival de Annalise en el caso de los hermanos acusados de matar a sus padres y cuyo cadáver veíamos yacer en los flash forward en el jardín de la mansión donde se encontraba la agonizante Annalise. Y es que la fiscal también se encargaba del caso contra el padre de Asher y éste, en un arrebato de ira tras conocer el suicidio de su progenitor, decide cortar por lo sano y atropellarla. Así, sin más. Y para evitar ser descubierto decide junto con Bonnie y Annalise tirar su cadáver desde la azotea de la mansión para borrar los signos de atropello. Sangre a cascoporro.

Además, por fin conocimos la identidad de la persona que disparó a Annalise, que no fue otro que el propio Wes al conocer que Annalise estaba detrás  de lo ocurrido con Rebecca y es que recordemos que el pobre infeliz creía que su chica seguía viva y que en realidad había huido. No sólo eso sino que minutos antes, la propia Annalise pedía a sus alumnos que la disparasen en una pierna para así asegurar su coartada y su inocencia en lo que acababa de ocurrir con Emily Sinclair. Al final, no fue en una pierna donde Wes la disparó y su vida pende de un hilo. Más sangre aún.

Eso sí, no todo ha sido despejar dudas, ya que las últimas escenas del episodio dan pie a un vínculo oculto entre Annalise y Wes. Unos apuntan a que la ella fue quien se encargó del caso del niño tras quedarse huérfano, mientras que otros apuntan a que la propia Annalise es la madre de Wes. SÍ, sí, la madre de Wes. No sólo eso, sino que aunque parece que Catherine fue quien realmente asesinó a sus padres, la culpabilidad no queda demostrada dejándonos la resolución del caso también con la incógnita. Parece que fue ella, pero es que en esta serie ya sabemos que nada es lo que parece.


Independiente de lo realistas o verosímiles que sean las tramas, lo cierto es que “How to get away with murder” ha sabido mantener los mismos niveles de intriga, tensión y emoción que hicieron que nos enganchásemos en la primera temporada. No sólo eso sino que también han sabido dar forma a personajes como Frank (ay, Frank) o Bonnie que en la primera temporada eran un poco planos y que aquí se les ve más complejos y profundos. Eso sí, la auténtica reina de la función sigue siendo Viola Davis que con sus lágrimas moqueantes y sus carísimas pelucas nos tiene a todos ganados por mucho tiempo.

Y que la sangre no deje de brotar.

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